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¿Te ves atrapad@ en una relación de pareja?
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¿Te ves atrapad@ en una relación de pareja?

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La razón por la que no puedes dejar una relación.


¿Te lo has preguntado alguna vez? Te voy a explicar por qué:


Hace muchos años, en un laboratorio, se realizó el siguiente experimento: metieron ratas en una jaula, que tenía una palanca. Cada vez que una rata presionaba la palanca, le caía una bolita de comida. Tras observar este fenómeno por un tiempo, los científicos se preguntaron ¿qué pasaría si cuando la rata presionara la palanca, no saliera comida?. Pensaron que la rata perdería interés, y se dedicaría a pasearse por la jaula. Y así fue.


¿Qué tienen en común estos dos experimentos?


Consistencia respecto a un patrón que la rata percibe: o bien presiono la palanca y sale comida, (consistencia), o bien la presiono y no sale (consistencia). A esta consistencia se le denomina en psicología refuerzo continuado.


Lo siguiente que se preguntaron los científicos fue: ¿qué pasaría si creamos inconsistencia?, es decir, ¿qué pasaría si la rata, cuando pulsara la palanca, sólo recibiera comida ocasionalmente, al azar y de forma impredecible? Asumieron que la rata se terminaría aburriendo, se frustraría y perdería el interés por la palanca. Nada más lejos de la realidad: La rata se obsesionó con la palanca, seguía presionándola, y presionándola, y presionándola. Se había creado una adicción a la palanca.


Los científicos volvieron a cambiar las condiciones del estudio: ¿y si ahora, en vez de que la rata obtenga comida sólo de forma aleatoria y ocasional, añadimos después que no la obtenga más?.

Claramente la rata dejará de tener interés. Pues no. De nuevo sucedió todo lo contrario: Aunque la comida saliera de forma impredecible y luego pasara a no salir nunca más, la rata siguió obsesionada con la palanca, hasta el punto que a pesar de pulsarla una y otra vez y no obtener NADA indefinidamente, abandonó su rutina de aseo, descanso y alimentación y su salud se deterioró completamente.


Vaya….🙄🤔


Esto nos recuerda algo sobre la recompensa y el comportamiento que ha sido estudiado en multitud de ocasiones a través de estudios de lo que se denomina “refuerzo intermitente”Más allá de este escenario, el refuerzo intermitente se refiere a todas las ocasiones en que el “premio” se está obteniendo de manera impredecible e inconsistente.

Se aplica a todas las cosas que obtenemos de esta forma y también se aplica con reglas y límites personales que solo se establecen a veces, y de manera aleatoria, ocasionalmente, de forma inconsistente.

Esto confunde a las personas, que acaban viviendo aterrorizadas al interactuar con las personas que ponen esos límites aleatorios, impredecibles e inconsistentes o bien los desafían hasta que consiguen lo que quieren de esa persona que está poniendo el límite.


El refuerzo intermitente crea adicción.


Los juegos de azar se basan en este refuerzo. Está muy bien estudiado.

Cuando una persona se sienta en frente de una máquina tragaperras, no puede predecir el patrón por el cual obtendrá el premio. Puede creer que sí, e intentarlo desesperadamente a fuerza de apostar y apostar. Y esto es extensible a cualquier otra cosa que deseemos o queramos, y que habitualmente obtengamos de forma aleatoria, impredecible einconsistente. La desesperación de no obtener el premio se alivia totalmente cuando este se obtiene, aunque sea una sola vez (recordar a las ratas).


El refuerzo intermitente crea obsesión


Muchas relaciones están basadas en el refuerzo intermitente. Son esas relaciones en las que obtienes lo que quieres, ya sea amor, compañía, seguridad, cariño etc…de forma aleatoria, impredecible e inconsistente, y es precisamente el hecho de que se concedan de forma ocasional lo que te mantiene enganchada/o. La relación te posee.

Acumulas tanta desesperación, que cuando obtienes la menor muestra, lo más mínimo, las migajas, el alivio que sientes es como el del yonqui que recibe su dosis, y comienzas a buscar esa sensación y haces lo que sea para obtenerla nuevamente.


Si estás en una relación basada en el refuerzo intermitente, estás en una relación abusiva.


Normalmente, el abuso, se basa en patrones subconscientes. Generalmente (hay excepciones que veremos) no hay intención de abusar, pero sigue siendo una relación abusiva.


El refuerzo intermitente puede ocurrir con cualquier cosa que necesitemos o deseemos, pero es predominante en el caso de las relaciones y nuestras necesidades emocionales como afecto, compromiso, aprecio, interés, sensación de pertenencia…


Algunas personas temen la intimidad


Temen la cercanía, sufren de apego inseguro. Lo evitan. Si temes la intimidad, y sufres en las relaciones, lo más probable es que como mecanismo de defensa y evitación del miedo, quieras tener el control sobre la relación.

No tratas de abusar de forma consciente, pero inconscientemente, una parte de ti lo hará, dándole a tu pareja, de forma ocasional, aleatoria, impredecible e inconsistente, lo que quiere, solo a veces, para tener la garantía de que se comportará como tú necesitas que se comporte y que tú tienes el control. Estarás reforzándolo intermitentemente y tu pareja no tendrá ni idea de que lo estás haciendo. Tu pareja acabará a tu merced, desesperada, por la cercanía ocasional que le concedes.


Ejemplo: Una noche conoces un hombre maravilloso, pasáis una noche estupenda y conectáis con profundidad, y al día siguiente….. desapareció. No contesta tus llamadas ni responde tus mensajes. Y de pronto, al cabo de unos días, vuelve a aparecer. Especialmente cuando él mismo siente tu alejamiento.


¿Quién no ha vivido esto?


Sin embargo, para algunas personas, el refuerzo intermitente es absolutamente consciente e intencionado. Sobre todo aquellos catalogados con trastornos de la personalidad como narcisistas, border-line o sociópatas. Para ellos, esta manera de ejercer el control es intencional, además de ejercer otro tipo de prácticas emocionalmente abusivas, como el gaslighting o manipulación psicológicadonde cumplen con los deseos y expectativas de su pareja lo suficientemente a menudo para crearles el refuerzo (adicción) y comportándose exactamente como su pareja desea.

Ejemplo: Una mujer que chantajea con el sexo a su pareja a cambio de que él sea o haga lo que ella quiere, o chantajearlo sin sexo si no se aleja de su familia etc…. o un hombre que maltrata físicamente a su mujer o abusa de ella emocionalmente, pero luego se disculpa, le monta un numerito de princesas, o le compra algo que ella deseaba muchísimo y aparenta ser el hombre más increíble y maravilloso del universo.


El refuerzo intermitente puede ser mucho más difícil de identificar que en estos ejemplos tan claros.

En este tipo de relaciones, la persona suele empezar dándole a la otra lo que necesita, a continuación empieza a hacerlo de manera inconsistente para finalmente dejar de hacerlo, retirándole toda la atención y consideración.

Lo que sucede cuando retiran todo, es que activan en la otra persona la memoria de lo que tuvo cuando lo tuvola memoria de que se acostumbró a los periodos en que no recibía nada en absoluto y la memoria de que en algunas ocasiones sí lo recibió (la memoria del refuerzo intermitente) y entonces continua enganchada, ¡¡ a pesar de que la están matando de hambre!!.

Está enganchada por la esperanza de que recibirá lo que quiere. Se esfuerza más que nunca en conseguir la cercanía que obtuvo en el pasado…pero que puede que nunca vuelva a obtener.


El refuerzo intermitente genera un vacío en la persona mientras que quien lo crea tiene todo el control.

Siempre hay refuerzo intermitente en una relación abusiva, porque es la herramienta más poderosa de control sobre otras personas.

Este tipo de relaciones son las más difíciles de abandonar.


¿Por qué?

Porque no son relaciones. SON ADICCIONES


Cuando te encuentras en una relación adictiva, tu cuerpo se hace adicto a los químicos que produce y alejarse de la relación implica dejar de recibir tu dosis, igual que harías si dejaras el tabaco o cualquier otra droga. No, no le quieres mucho. Estás enganchada. No, no te gusta fumar. Eres adicta a la nicotina.

Entonces, ¿Qué pasa? Que la persona no sale de la relación, como un adicto, se queda en ella esperando la siguiente dosis, totalmente obsesionada, tratando de averiguar qué es lo que tiene que hacer para crear las condiciones que le permitan obtener lo que necesita, a costa de su salud, de su paz física, mental y espiritual.A costa de ella misma, de su mundo y de sus relaciones.


Ejemplo: Si veo que cuando quedo con mi amigo “X”, me supone que mi pareja no me va a dar la bolita de comida, terminaré deshaciéndome de mi amigo.

La persona puede llegar a cambiar todo de sí misma, y perderse a sí misma completamente. Todos hemos tenido amigos que desaparecieron tras empezar una relación. Incluso pudimos ir viendo cómo iban deteriorándose algunos de ellos. Se empequeñecen. Cambian todas las cosas que les gustaba hacer. Cambian. Dejan de ser ellos mismos y acaban siendo lo que sus parejas quieren que sean, para obtener su bolita de comida.


¿Qué hay al otro lado de la adicción?


Algo que evitas desesperadamente. Por eso es tan difícil salir de este tipo de relaciones y alejarse de la adicción. En el momento en el que dejas la adicción, caes en lo que querías evitar a través de ella: Sensación de inseguridad, sensación de no pertenecer, aislamiento, soledad, abandono, vacío….

Si hemos permitido el refuerzo intermitente en nuestras relaciones de adultos, sin duda es porque este refuerzo ya fue creado en nuestra infancia, con nuestras primeras relaciones, especialmente con papá y mamá, los adultos que más nos influenciaron.

Imagina por un momento, que vivimos en un mundo en el que no existe la Ley de resonancia, (o de atracción), que hubiésemos podido experimentar consistencia en nuestras relaciones durante nuestra infancia, y que ahora de adulto te vieras envuelto en una relación de inconsistencia… No aguantarías ni 3 segundos. Te acabarías frustrando con el refuerzo intermitente y terminarías diciendo: Que te den. Sé lo que es estar en el lado del refuerzo CONSISTENTE. Bye!


¿Entonces, por qué lo aguantamos?


Porque nuestras primeras relaciones nos enseñaron que eso es el amor.

Y pasas tu vida entera alineándote con compañeros inconsistentes y tratando de hacer desesperadamente lo que sea necesario para que se conviertan en consistentes porque esto era lo que necesitabas de tus padres.

Tratas de hacer que tu pareja inconsistente sea la figura paterna y amorosa que necesitaste y siempre quisiste.

Recuerda por un momento a las personas que te rodeaban en tu infancia. ¿Cómo cumplían con tus necesidades emocionales? ¿Tal vez de manera ocasional, aleatoria, impredecible e inconsistente? ¿A cambio de algo? ¿Papi no te va a querer si no te portas bien? …. Vaya….qué casualidad.


Aquí va un patrón muy subconsciente:


A menudo, la figura (paterna/materna) a la que más cerca nos sentimos, la que más amamos, es la que utilizó el refuerzo intermitente con nosotros. Y habitualmente es a la otra figura a la que más hemos rechazado y demonizado. Y posiblemente también haya utilizado el refuerzo intermitente…..pero normalmente fue la otra figura.


¿Duele ver esto? Sí. Ya sé que duele.


Si te encuentras en una relación de refuerzo intermitente, no hay un término medio, la consistencia es la única respuesta. Es la única manera de vivir relaciones sanas.


Para tener relaciones sanas necesitas tener consistencia.


Necesitas tener consistencia para adquirir seguridad emocional en una relación. Por tanto, o desarrollas seguridad emocional EN TI MISMO, o bien serás infeliz el resto de tu vida, o si no, dejas a esa persona.

Voy a ser muy directa (como siempre): O bien tienes una pareja que está dispuesta a trabajar contigo la consistencia y a crearla en la relación, o tienes una pareja que no tiene esta intención en absoluto y su intención es solo controlarte.

No quieren abandonar este patrón, porque les permite controlarte. Así tú eres la rata en la jaula obsesionada por la palanca, que garantiza a su pareja que SUS necesidades están cubiertas.

Si tienes este tipo de pareja, tienes motivos para preocuparte!!!

No puedes confiar en ellos porque consciente o inconscientemente tratarán de traicionar lo que es mejor para ti por su propio objetivo de control.

Este deseo de control, como he comentado, tiene su raíz en la infancia, pero has de saber que el hecho de que lo sepas y hayas visto en tu pareja este patrón de codependencia y se te pase por la imaginación ayudarle a sanarlo, es muy improbable que esto suceda porque este patrón le beneficia, controlarte le beneficia y es la manera que tiene de evitar su propia sombra y seguir en negación.


La única persona que puede decidir enfrentarse a su sombra, es uno mismo


Nunca vas a conseguir que alguien lo haga. Y si te encuentras con una pareja que practica contigo el refuerzo intermitente, muy probablemente te dirá que quiere trabajar sus sombras….¡¡porque sabe que esto refuerza el refuerzo intermitente de control sobre ti!! (Sí cariño, te prometo que voy a cambiar…y vais a terapia de pareja porque te has empeñado (no porque verdaderamente él/ella quiera cambiar) y eso sólo prolonga lo improlongable, que ya era la crónica de una muerte anunciada), pero tú tienes tu bolita de comida!.


Si te encuentras en este tipo de relación, es hora de que te des cuenta que has alimentado una creencia basada en una fantasía infantil, en la esperanza de que algo pase, en vez de observar lo que realmente está pasando.


Alimentar la esperanza mantiene la situación actual: Estás en una relación con una fantasía (también te hablo de esto en mi Ebook). Y esto, es una forma de negación. Tienes que ser muy clara con tus límites y que la relación no se transforme en algo transaccional. Una vez establecidos tus límites, tienes que ser muy consistente con ellos.


  • Resumiendo:

Si estás en una relación con alguien que está dispuesto a crear consistencia, y no que sólo lo está diciendo como manera de perpetuar el refuerzo intermitente, esto es lo que tienes que saber:


1) Tienen que estar dispuestos a tener en cuenta tus necesidades en la relación de forma consistente, aunque no les apetezca, por el bien de la consistencia.

Me explico: Puede que a mí no me apetezca acercarme a ti, aunque sé que es lo que necesitas y lo que necesita la salud de la relación por mi parte. Tengo que hacerlo, y además observar el aspecto de mí que está provocando que no quiera acercarme, y que me está empujando a actuar de esa manera, sabiendo que la cercanía es la clave para tener una relación sana. Vamos a observar el aspecto de mí que dice: “No te acerques, aléjate”.


2) Y esta es la parte más importante, porque si estás leyendo este texto puede que seas tú quien está recibiendo refuerzo intermitente en la relación: Tienes que ser MUY CLARA/O con tus límites, y mantenerlos, al 100%. Eso significa, tener claro QUIÉN ERES, ceñirte a tus gustos, y a lo que no te gusta, a tus valores, tus intereses, y mantenerte muy firme entre SI y NO. Cuando dices No, significa no. No cedas.


3) No amenaces con hacer cosas que no piensas hacer a no ser que estés dispuesta a cumplirlas al 100%.


4) No hagas promesas a no ser que estés dispuesta a cumplirlas al 100%.


5) Deja de insistir y suplicar a tu pareja. Si no te da lo que necesitas incluso después de haberle dicho lo que necesitas, ve a buscarlo a otro lugar.


6) Decide exactamente cuánto estás dispuesta a invertir en la relación antes de dejarla.

Sé tan consistente como puedas con tu verdadero SER, para que así la otra persona no tenga la oportunidad de manipularte. Si estás en el punto en el que estás dispuesta y lista para ser sincera contigo misma, y ver que estás en una relación con alguien que utiliza el refuerzo intermitente, pero no tiene verdadera intención de cambiar, te puedes preguntar ¿Quiero permanecer en una relación que siempre será así mientras esté con esta persona, o estoy preparada para dejarla y alejarme?.


También quiero que seas consciente de algo:


Si estás con alguien que utiliza el refuerzo intermitente contigo, van a cambiar inmediatamente en cuanto te alejes. Se transformarán mágicamente en la persona que querías que fueran exactamente. Es una ilusión. ¡¡¡Es un tipo más de refuerzo intermitente!.

¿Y qué es lo que ocurre? Que en el momento en el que vuelves a la relación y te vuelves a comprometer, la ilusión se desvanecerá, porque volverán a quitarte lo que te daban y volverán a hacer lo que hacían desde el principio.

Es extremadamente difícil dejar atrás estas relaciones, porque no es una relación, es una adicción.

Pasarás por la ausencia de sustancias adictivas en tu cuerpo, la misma que se pasa durante cualquier fase de abstinencia, e intentarás volver a la relación a por tu dosis, igual que un adicto.


No seas dura/o contigo si sientes que te perdiste en una relación

O si sientes que tu vida se desmorona si la dejas. Rodéate de personas que te sostengan y estén abiertas a comprender lo difícil que es salirse de una dinámica así y que no esperan que simplemente “lo superes” como si pudieras apagar un interruptor. Busca un/una terapeuta. PIDE AYUDA.


Si consigues liberarte de este tipo de relación, sentirás que saliste de una realidad paralela, como si salieras de una neblina, sentirás que no tienes ni idea de quién eres, pero con el tiempo te encontrarás a ti misma/o. Como si hubieras estado perdida/o y regresaras.

Te prometo que aunque al principio parece terriblemente difícil y doloroso salir de esa relacción, será lo mejor que hayas hecho en tu vida.

El refuerzo intermitente es uno de los impulsos más fuertes en el mundo. Está en todas partes. Es una de las formas más poderosas de manipular a otra persona. Es lo que la mantiene enganchada. Subyace en relaciones de todo tipo: Amigos, Jefes/empleados, padres/hijos, Hijos/padres…

El refuerzo intermitente es el motivo por el que somos incapaces de crear ningún tipo de seguridad ni estabilidad emocional en una relación, y el motivo por el que tampoco podemos dejarla. Estamos en la jaula.

Así que si te diste cuenta de que estás en este tipo de relación, enhorabuena, ya has dado el primer paso. El primer paso es hacerse consciente. El siguiente, es hacer algo para cambiarlo.

Busca toda la ayuda que necesites.