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Viajar y comer saludable.
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Viajar y comer saludable.

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No cabe duda de que viajar tiene muchos beneficios. Pero como sabes, también tiene un gran inconveniente: es difícil comer saludable mientras viajas.

Alimentarte sanamente mientras viajas es una misión casi imposible, y al revés, tomar malas decisiones de comida es bien fácil. Incluso los viajeros más conscientes de la salud luchan por mantener un estilo de vida saludable y esquivar las tentaciones.


Yo no soy nutricionista pero sabes que el tema salud y bienestar me interesa y mucho y yo también me he encontrado en esa misma situación: ¿cómo puedo comer sano mientras viajo?

Los aeropuertos, la comida en el avión, las terminales, el tren y los múltiples minisupermercados en las gasolineras, no te lo hacen más fácil.


La mayor parte de comida que ofrecen estos lugares “de camino” no son saludables. Y decidir bien es más difícil si estas cansado. Los viajes y tu cansancio no son una buena combinación y es normal que termines comiéndote una barra de chocolate para calmar tu hambre feroz o mantenerte despierto.


Todo lo anterior ocurre antes de llegar a tu destino, pero las cosas pueden ser peores durante tu estancia, y sobretodo dependiendo de la duración del viaje y el destino. Dependiendo del lugar al que viajes, es posible que no tenga muchas opciones de alimentos frescos o que en cada segundo del día tengas que luchar contra las tentaciones.


Viajar y comer sano tiene todavía más retos:

Por ejemplo, si viajas a un lugar nuevo, por supuesto que quieres conocer su gastronomía; o tal vez durante un viaje de negocios, te invitan a cenar en un restaurante típico y no puedes decir que no.

Otras veces justificamos el comer mal con el viaje, con la falta de opciones o con las merecidas vacaciones. Décimos cosas como: “estoy de viaje y hay que disfrutar”, “después de esta jornada merecía comer esto” o “tengo hambre y no hay nada mejor ”.


Cuando volvemos a nuestra casita y rutina diaria, además de que es mucho más difícil retomar tus hábitos saludables de alimentación, también es muy probable que hayas subido de peso y/ o te encuentres muy cansado (y enfadado).


La buena noticia es que no tienes que sacrificar la diversión y comer lechuga durante todo tu viaje, porque hay pequeñas estrategias fáciles que puedes poner en práctica para comer mejor (sin excusas) y disfrutar al mismo tiempo. ¿Suena interesante?


Aquí te presento 18 consejos simples y realistas para comer sano en cada etapa de tu viaje, sigue leyendo…


A. Comer sano antes del viaje y desplazamientos:

•Evita que tengas hambre y así evitar decisiones impulsivas de comida en el trayecto.

•Estarás ahorrando dinero que puedes gastar después en tu viaje.


1. Lleva una fruta en tu equipaje de mano.

Además de la fruta te recomiendo que lleves una bolsita de frutos secos, esto te ayudarán a calmar el hambre y así evitas tomar decisiones de comida por impulso.

Un punto extra para la fruta: el aire acondicionado generalmente deshidrata y una jugosa manzana te ayudará a hidratarte.

Si tu vuelo es muy temprano: Lleva en un frasco de vidrio con avena, canela, y una banana cortada en cuadritos. En el avión sólo pide que te sirvan un poco de agua caliente, seguro que lo hacen.


2. Empaca un snack extra.

Algunas ideas de alimentos fáciles de transportar:

•Una bolsa ziploc con nueces y almendras.

•Compra una bolsa de pistachos sin sal.

•Unos cuadritos de chocolate negro 80%.

•Un huevo duro.


3. Lleva una botella de agua.

Si viajas en avión, lleva tu botella vacía y rellenarla después de pasar el control. En muchas terminales hay bebederos de agua en el que llenar tu botella, agua del grifo (asegúrate de que en ese país es potable).


4. Elige mejor en los aeropuertos y terminales.

Estas son algunas de las mejores opciones de comida que puedes elegir:

•Un sandwich de huevo.

•Una sopa o crema de verduras.

•Una ensalada de cualquier tipo pero sin aderezo.

•Frutas por pieza.

•Hamburguesa sin pan y con tomates adicionales.

•Avena integral.

Evita: cualquier tipo de bollería como croissants, donuts, galletas, barritas de cereales y alimentos fritos (chips o papas fritas).

Estas son algunas de las mejores opciones de bebida de cafetería que puedes elegir:

•Un té de cualquier tipo..

•Un café americano o con leche.

•Un café con hielo.

•Un cappuccino (pídelo sin nata o crema).

Evita: La crema o nata de encima, bebidas a base de leche (como malteadas o frapuchinos), los refrescos y los zumos de frutas (aunque sean naturales).


5. Investiga algunos lugares con opciones saludables en tu lugar del destino.

Si planificas por adelantado en dónde comer o comprar tu comida, tienes más probabilidad de tomar una decisión saludable.


6. Comunica a tus compañeros de viaje tu intención de comer sano.

Tienes que comunicar a tus compañeros de viaje, amigos o familia acerca de tus saludables intenciones con anticipación.

De esta forma ya tendrán una expectativa diferente del viaje, quizás ir a comer a un restaurante con opciones saludables, compartir las comidas contigo o incluso conviertirse en el apoyo que necesitas para no fallar.


B. Comer sano durante tu viaje:

Ventajas de las estrategias durante el viaje:

•Controlas lo que comes sin sentir el efecto de "prohibición".

•Comes más saludable sin mucho esfuerzo y evitas subir de peso.

•Ayuda a ahorrar dinero para gastarlo en algo más divertido.

•Te regala energía durante el viaje y evitas enfermarte.


7. Al llegar pasa primero a un supermercado.

Pasa por el supermercado local justo cuando llegues. Así puedes comprar algo para tu desayuno o algunos alimentos que te gustaría tener a la mano para llevar en tus próximas aventuras.

Algunas buenas opciones de comida sana que puedes conseguir en casi cualquier parte del mundo:

•Fruta fresca (plátanos, manzanas y duraznos).

•Verduras cortadas (zanahorias, pepinos y pimientos).

•Hummus.

•Atún en lata.

•Pan integral.


Estoy segura de que no quieres bajarte del avión e inmediatamente ir a ese mercado de comida local (pasarías tus vacaciones en el baño). Ves poco a poco. Por eso, empieza comprando comida que ya conoces y deja que tu estómago se acostumbre poco a poco a la comida del lugar.


8. Trata de comer bajo tu mismo horario.

Esto te ayuda a no tener de pronto mucha hambre y comer por impulso y, también ayuda a que tu regreso a casa sea mucho más relajado.


9. Planifica tu día, verás que disfrutarás más tus comidas trampa.

Esta regla debería de aplicar a cualquier comida o lo que eliges entre comidas. Por ejemplo: mis desayunos y comidas serán siempre comida saludable, pero en la cena puedo pedir postre.

Y la estrategia a la inversa es está de aquí…


10. Después de una comida no saludable, le sigue una saludable ¡sin falta!

Es inevitable que quieras probar un helado en Italia, unos tacos en México o un cheesecake en Nueva York, no tiene nada de malo disfrutar de tus comidas. Pero, no puedes dejar que esto se te salga de control.

Muchas veces cuando queremos comer sano y fallamos aparece la mentalidad “todo o nada” y continuamos con la racha no saludable todo el día.


11. Acompaña tus comidas solo con agua (y no bebas calorías vacias).

De esta forma, automáticamente descartas el consumo de bebidas con mucho azúcar, nada saludable. Por ejemplo: zumos de frutas, refrescos y bebidas alcohólicas (recuerda que no es recomendable consumir este tipo de bebidas en ningún momento del día). Y si te excedes, regresarás a casa mucho más cansado que al principio.


12. Comas lo que comas siempre estarán las verduras presentes.

No importa dónde comas, trata de que la mitad de lo que comes sean verduras en cualquier presentación: sopa, ensalada, al vapor, al grill o al horno.

Este truco funciona especialmente bien en los buffets, donde no toda la comida es saludable, pero si cada plato que te sirves tiene la mitad de verduras, te sentirás satisfecho con menos comida, en vez de sentirte a punto de reventar.


13. Cocina todo lo que puedas.

Si no puedes evitar algunas comidas en restaurantes, empieza con un desayuno saludable (incluso preparado por ti en la habitación. Algunos ejemplos de desayunos de viaje:

•Un sandwich de atún de lata (no necesitas refrigeración).

•Un huevo revuelto en el microondas (muchos hoteles cuentan con uno).

•Batido, papilla... con frutas (generalmente los hoteles tienen un calentador de agua para café).


14. Descubre la comida saludable local.

Probar la cocina local, lo que comen de verdad los lugareños y no sólo los platillos típicos, te ayuda a descubrir la cultura desde otra perspectiva.


15. Muévete más.

Explora el lugar del destino caminando. Sube escaleras, practica algún deporte, kajak, canoa, senderismo...


C. Retomar tu rutina regresando a casa del viaje:

Ventajas de las estrategias después de tu viaje:

•Te ayudan a retomar tu rutina saludable.

•Evitan que sigas subiendo de peso.

•Te ayudan a entrar de lleno a tus actividades normales.


16. No pasa nada, sólo empieza de nuevo.

Si definitivamente no lograste comer sano durante tus vacaciones, entonces es momento de perdonarte.

Todos nos excedemos de vez en cuando, así que deja a un lado el remordimiento y las excusas. Empieza retomando tus hábitos saludables poco a poco. Piensa que en el momento en el que desempacas toda tu ropa o tomas el vuelo de regreso, es un ritual de transición para retomar tu alimentación saludable.


17. Haz una lista de compras para tus siguientes comidas de camino a casa.

Así los próximos días (o por lo menos la siguiente mañana) tendrás un desayuno saludable o algo para llevar al trabajo.

La primera parada antes de llegar a casa debería ser el supermercado, aprovecha ese motivación que tienes de volver a comer en casita.


18. Dale prioridad a tu hora de dormir.

Dormir bien y suficiente es uno de los factores más importantes para rendir mejor, sentirte bien físicamente, y para mantener un peso saludable. Si estás demasiado cansado, no tomarás decisiones saludables de comida. Por un lado tu sensación de hambre se altera y, tu falta de autocontrol te hará elegir alimentos con mucha azúcar y/o grasas.

Por eso, es importante que a tu regreso a casa, le des prioridad a tu descanso, duerme y disfruta de noches con sueño profundo.

Ya habrá tiempo de ponerte al día con esa serie, de limpiar todo o de responder tus mensajes. Primero, duerme.


¡Listo!

Si tienes un viaje o vacaciones en puerta, lleva en la maleta estos 18 consejos. Así estarás equipado para disfrutar tus viajes y comer sano al mismo tiempo.

Necesitas de mucha energía para explorar todos esos lugares increíbles y sólo con alimentos saludables podrás rendir mucho mejor ¡ya lo verás!

¡Que disfrutes tu viaje!


P.D. información extraida de la consulta de Habitualmente y experiencias.